SANTO DOMINGO. Un bebé fue la más reciente víctima que denota las precariedades en que opera el sistema hospitalario del país. Otro fuego volvió a acentuar la debilidad, cuando decenas de pacientes tuvieron que ser sacados de emergencia y en estado delicado del Hospital Marcelino Vélez Santana, en el día de ayer; son fallas de un sistema hospitalario que deja muerte y dolor.
En lo que va de año las autoridades registran 2, 424 muertes en niños con menos de 28 días de nacidos, por distintas causas. La tasa de mortalidad infantil en el país es de 25 por cada 1,000 nacidos vivos, según Unicef.
Esta cifra es la tercera más alta de América Latina, solo Haití y Guyana la superan. El 80% de estas muertes son por causas evitables.
Aunque el Gobierno agiliza la terminación de importantes hospitales, como la Ciudad Sanitaria, el Moscoso Puello y la ampliación del Marcelino Vélez Santana, la situación sigue inestable y precaria.
Las huelgas médicas, las marchas y los enfrentamientos del Colegio Médico Dominicano (CMD), con las autoridades del Ministerio de Salud Pública y las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), así como las denuncias de muertes neonatales, han dominado el escenario del sistema.
Antes de su despedida, en noviembre pasado, el expresidente del Colegio Médico (CMD), Waldo Ariel Suero, denunció la muerte de 11 recién nacidos en la Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia.
